¡Bienvenidos de nuevo a nuestro blog! Hoy vamos a hablar sobre una dolencia muy común entre la gente que practica deporte o la que, por su trabajo, utiliza mucho las manos. Vamos a hablar acerca de la tendinitis.
Pero antes de nada, debemos saber qué son los tendones.
Los tendones son unas gruesas cuerdas fibrosas que unen nuestros músculos con los huesos. Su función es transmitir la fuerza generada por la contracción muscular a nuestros huesos para poder moverlos.
La tendinitis no es más que una inflamación del tendón que produce dolor y diversas molestias. Suele ser frecuente en el tendón de Aquiles, que se manifiesta con un fuerte dolor en el talón , y en el tendón bicipital, en la parte delantera del hombro.
La tendinitis evoluciona con los años, de forma asintomática. Pero de golpe, por un esfuerzo concreto o, a veces, sin causa aparente, aparecen los síntomas. En nuestra clínica de Gijón nos encontramos muchas veces con pacientes que han esperado mucho tiempo en acudir a la consulta y han pasado de tener una tendinitis a una tendinosis. Es decir, a un envejecimiento o degeneración del tendón provocada por una acumulación de pequeñas lesiones que han desembocado en una lesión crónica que no tiene curación.
Síntomas y causas de la tendinitis
Si hablamos de la sintomatología nos encontramos con la aparición de un fuerte dolor y rigidez en el tendón afectado, tanto cuando realizamos algún esfuerzo o ejercicio como después. También es común notar una contracción de la estructura afectada. Esta patología suele afectar a la zona de la rodilla, el hombro y la mano.
La principal causa de la tendinitis es el sobreuso de estas estructuras a la hora de trabajar o hacer deporte. Normalmente suelen ser personas desentrenadas, que adquieren malas posturas o que sobrecargan alguna extremidad. Cuando hablamos de las posibles causas de una tendinitis, podemos dividirlas en dos clases: mecánicas y metabólicas. Las primeras se refieren a alteraciones de la estructura que afectan al tendón. Las segundas, a un cúmulo de toxinas en forma de microcristales que favorecen la inflamación del tendón. Por eso es corriente la aparición de esta dolencia en personas que sufren enfermedades como la artritis reumatoide o la gota.
Normalmente para tratarla se recomienda enfriar la zona afectada, descansar hasta que baje la inflamación y aplicar calor cuando hagamos ejercicio. Cuando vemos que el problema va avanzando, lo más recomendable es visitar a un fisioterapeuta o un osteópata.
Tratamiento para la tendinitis
Mediante un tratamiento osteopático adecuado se trabajará sobre la estructura afectada con el objetivo de eliminar el motivo de la sobrecarga. Con las manos aplicadas sobre la zona restablecemos la movilidad perdida y mantenemos la elasticidad del tejido. En estas situaciones solemos decir que es como si tuviéramos un nudo en la camisa que nos impide movernos de forma natural. Aunque notes que no puedes mover el brazo el nudo puede estar en el hombro o en otra parte del cuerpo. Nosotros actuamos sobre ese nudo, es decir sobre la causa y no sólo sobre los síntomas.
¿Qué te ha perecido este post? Si aún tienes alguna duda sobre la tendinitis, déjanosla en comentarios. ¡Te responderemos lo antes posible!
¡Nos vemos en la próxima entrada!