Los osteópatas sabemos que a través de nuestras manos, mediante unos pequeños movimientos o maniobras, podemos ayudar a que el cuerpo se recupere solo, superando diversos problemas y molestias sin falta de pastillas o antiinflamatorios. Una de las aplicaciones de la osteopatía es el tratamiento de los problemas digestivos. En las siguientes líneas veremos cómo se pueden abordar mediante la combinación de osteopatía y una dieta adecuada.
Problemas digestivos
Cuando hablamos de problemas digestivos, en realidad nos referimos a distintas dolencias muy comunes en todo tipo de personas, como pueden ser hernias de hiato, gastritis, digestiones lentas e incluso gases o estreñimiento. No podemos referirnos a ellas como enfermedades, porque realmente no lo son, pero sí que pueden empeorar nuestra calidad de vida.
Tratamiento mediante osteopatía
La osteopatía es una terapia que utiliza las manos para corregir pequeñas disfunciones que el cuerpo padece. Esta disciplina ve al cuerpo como una unidad, es decir, un problema en una parte de nuestro cuerpo se relaciona con otra parte distinta del mismo.
Con esta técnica se pueden tratar con éxito, aproximadamente un 90% de los problemas digestivos, pero siempre ha de combinarse el tratamiento con una buena alimentación.
En nuestro centro de fisioterapia y osteopatia en Gijón damos a nuestros pacientes unos consejos para que sigan una dieta adecuada para facilitar la recuperación, como apoyo al tratamiento recibido. Nuestro objetivo es hacerles ver que deben comer menos grasas y más fruta y verdura para favorecer el buen funcionamiento del cuerpo. Luego hacemos un seguimiento, por eso mensualmente solemos medir su nivel de grasa para comprobar que están siguiendo la dieta.
Antes de empezar la cura siempre realizamos a nuestros pacientes diversos test para comprobar su estado. Mediante la palpación miramos que la movilidad orgánica sea buena. Cuando un órgano no se mueve bien, se produce una fijación de ese órgano que provoca que el resto deje de funcionar de una manera armónica, produciendo una mala digestión.
Mediante unas suaves maniobras, el osteópata consigue devolver esa movilidad que le falta, mejorando la capacidad de cada órgano para captar oxígeno, nutrirse de forma adecuada y eliminar los desechos. Al final se consigue que el cuerpo funcione de una forma óptima, logrando un mejor tránsito. Incluso nos puede ayudar a mejorar nuestro peso.
Este tratamiento es común para todo tipo de personas. Lo que varía es el tipo de maniobra o movimiento dependiendo de la edad, del estado de salud o de los hábitos de esa persona. Por eso es fundamental una evaluación del paciente antes de poder ser tratado.
También se puede aplicar esta técnica para abordar problemas digestivos en bebés como pueden ser gases o los famosos cólicos de lactante. Normalmente los más pequeños agradecen el contacto humano por lo que se dejan tratar bien. Eso sí, nosotros en estos casos siempre actuamos en sintonía con lo que diga su pediatra.
Resumiendo, la combinación de un buen tratamiento osteopático y una dieta adecuada va a permitir acabar, en un porcentaje muy elevado, con la mayoría de los problemas digestivos, mejorando la calidad de vida de la persona que los sufre.