El 30 de octubre volvemos al horario de invierno, amanece antes, pero también anochece más pronto.
Aunque esto supone que tendremos una hora más de sueño, el cambio horario tiene efectos en el organismo de las personas. Afecta especialmente a niños y personas mayores.
Principales efectos del cambio de hora sobre el organismo.
- Cambios en nuestro estado de ánimo: aumentando la irritabilidad, cambios de humor, ansiedad e incluso estados depresivos.
- Trastornos de sueño: afecta bastante al cambiarnos al ritmo horario, descansando muchas veces menos y peor.
- Disminución en el rendimiento intelectual y físico: ese peor descanso nos produce una sensación de fatiga, cansancio, etc., que afecta al rendimiento intelectual, a la rapidez y agilidad mental, que nos afecta en el rendimiento de las actividades diarias.
Consejos para adaptarse al cambio de hora.
- Anticiparse al cambio de horario adelantando la hora de cenar y de acostarse 15 minutos cada día hasta completar la hora de diferencia.
- Dar un paseo de 30 minutos todos los días por la mañana, en la franja de máxima luz solar.
- Si se trabaja, dar un paseo al aire libre a la hora de comer , la luz solar es imprescindible para el buen funcionamiento de nuestro reloj biológico.
- No usar ningún tipo de pantallas al menos dos horas antes de irse a dormir, ya que la luz azul de las pantallas inhibe la producción de la melatonina y, por tanto, dificulta el sueño.
- Mantener horarios de actividad física y comidas regulares y de una dieta equilibrada.
- Beneficiarse de un sueño reparador, cuidando la higiene del sueño y factores como la temperatura, la oscuridad y el ruido de la habitación, el horario de la cena.
En resumen, el cambio de hora provoca algunos desajustes en el organismo que puede tener consecuencias negativas para la salud. Por este motivo, mientras esta medida siga vigente, es interesante facilitar a nuestro cuerpo la transición al nuevo horario. Unas medidas sencillas como las que hemos explicado anteriormente pueden ser suficientes para ello.