Hoy vamos a hablar de las posturas al dormir e intentaremos dar algunos consejos para evitar dolores de espalda y dormir mejor.
Antes de nada debemos saber que no siempre dormimos de la misma forma. Depende mucho de si estamos tranquilos o agitados. También cambia a lo largo de la vida de las personas. Sin lugar a dudas, la postura que adoptamos revela aspectos de nuestro inconsciente.
Según los últimos estudios, el 80% de la población sufre de dolores de espalda. Junto con la obesidad y el sedentarismo, las malas posturas a la hora de dormir es uno de los principales factores que provocan estos problemas. Pero no sólo afecta a la espalda, por ejemplo dormir boca arriba puede originar problemas respiratorios y boca abajo problemas digestivos.
Tipos de posturas al dormir: posición fetal, de costado y postura del soldado
La postura más habitual tanto en hombres como en mujeres es la denominada posición fetal, en la que la persona se acuesta de lado con los brazos y piernas encogidas, como un bebé. Suele ser típica de personas sensibles interiormente pero que comunican gran fortaleza y energía de cara al exterior. En este caso recomendamos usar una almohada lo suficientemente alta para que la columna quede alineada con el cuello y la cabeza, con el fin de evitar lesiones cervicales.
Otra bastante común es la del tronco con la persona de costado y piernas y columna rectas. Apunta a personas muy sociables que les encanta estar en grupo. Si esta es tu postura, desde nuestro centro de fisioterapia y osteopatía recomendamos que cambies de posición a lo largo de la noche porque estar en la misma postura puede provocar problemas cardiovasculares.
En la postura del soldado la persona duerme boca arriba, sobre su espalda, con los brazos pegados al cuerpo. Se trata de personas introvertidas que aman el orden. Hay que tener cuidado con esta postura, sobre todo la gente obesa, porque puede provocar problemas respiratorios. También es común la aparición de contracturas cervicales.
Tipos de posturas al dormir menos frecuentes: estrella de mar y caída libre
Boca arriba es también la postura de la estrella de mar, pero aquí los brazos se flexionan y apoyan detrás de la cabeza mientras que las piernas se estiran. No suele ser una postura muy común. Es típica de personas altruistas y generosas. Habitualmente nos encontramos con los mismos problemas que en la postura del soldado.
Para finalizar otra de las posturas al dormir poco frecuente, la de la caída libre. Tumbados boca abajo con los brazos alrededor de la almohada y las piernas estiradas. Suele ser propia de personas muy nerviosas a las que le cuesta conciliar el sueño. Si eres de estas personas deberías pensar seriamente en cambiar de postura. Sin lugar a dudas, es la que más problemas provoca. Cuando dormimos boca abajo hay un mayor riesgo de asfixia.
¿Qué puede causar una mala postura para dormir?
Una mala postura al dormir puede afectar la calidad de tu sueño y tener consecuencias para tu salud. Aquí os mostramos algunas causas y efectos de una mala postura al dormir:
- Dolor en el Cuello y Hombros: Adoptar una posición incorrecta para la cabeza y el cuello puede generar tensiones musculares y dolor en estas áreas. Una almohada inapropiada o una posición incómoda pueden ser responsables de estas molestias.
- Dolor de Espalda: Dormir en una posición que no respalda adecuadamente la columna vertebral puede provocar dolor de espalda. Esto es especialmente cierto si la columna está desalineada o si la posición ejerce presión en ciertas áreas.
- Problemas Respiratorios: Una postura inadecuada, especialmente en la posición fetal o acostado boca abajo, puede dificultar la respiración y contribuir a problemas como el ronquido o la apnea del sueño.
- Molestias Digestivas: Dormir inmediatamente después de comer, especialmente en una posición que comprime el abdomen, puede contribuir a problemas digestivos como el reflujo ácido.
- Problemas Circulatorios: Algunas posiciones pueden restringir el flujo sanguíneo, lo que puede causar entumecimiento, hormigueo o incluso contribuir a problemas circulatorios a largo plazo.
- Trastornos del Sueño: Una postura incómoda puede dificultar la relajación y conciliación del sueño, lo que a su vez puede contribuir a problemas de insomnio o a un sueño de baja calidad.
- Agravamiento de Problemas de Salud Preexistentes: Aquellas personas que ya tienen condiciones médicas como la artritis o la escoliosis pueden experimentar un agravamiento de sus síntomas si adoptan posturas para dormir que no son adecuadas para su condición.
- Dolor de Cabeza: La tensión en el cuello y los hombros debido a una mala postura puede contribuir al desarrollo de dolores de cabeza tensionales.
Resumiendo, una mala postura durante la noche puede ser el origen de muchos de los problemas de espalda que padecemos durante el día. Lo aconsejable es cambiar a una más saludable pero no siempre es posible. La osteopatía puede ayudarte a tratar el origen del dolor evitando males mayores.
Para mejorar la postura para dormir y reducir estos riesgos, es recomendable:
- Almohada Adecuada: Utiliza una almohada que mantenga la cabeza y el cuello alineados con la columna. Una almohada de la altura correcta puede ayudar a prevenir tensiones musculares y dolores en el cuello y los hombros.
- Posición de la Columna Vertebral: Al dormir, procura adoptar una posición que apoye la curva natural de la columna vertebral. Esto significa mantener la espalda recta y evitar posiciones que la desalineen.
- Evita Dormir Boca Abajo: La posición boca abajo tiende a forzar el cuello y la espalda, lo que puede generar molestias y afectar la calidad del sueño. Opta por dormir de lado o boca arriba para mantener una mejor alineación.
- Colchón Adecuado: Elige un colchón que ofrezca el nivel adecuado de firmeza y apoyo. Un colchón demasiado blando o demasiado duro puede afectar la postura y provocar dolores.
Recuerda que una buena postura al dormir contribuye a un descanso más reparador y a la prevención de problemas de salud a largo plazo.