La rectificación cervical es una condición en la que la curva natural de la columna cervical, es decir, la curva hacia adelante que se encuentra en la parte superior de la columna vertebral, se pierde y la columna se endereza. Esto puede ser causado por varios factores, como una lesión, una postura incorrecta, una degeneración natural debido al envejecimiento, una mala ergonomía en el trabajo o la falta de actividad física.
El tratamiento de la rectificación cervical depende de la causa subyacente de la condición y de la gravedad de los síntomas. El tratamiento puede incluir fisioterapia, masajes, estiramientos, terapia manual y/o ejercicios específicos para corregir la postura. En casos graves, puede ser necesario un tratamiento médico más invasivo, como la cirugía.
Síntomas de la rectificación cervical
- Dolor de cuello: Es uno de los síntomas más comunes de la rectificación cervical. El dolor puede ser leve o intenso y puede irradiarse a los hombros y la cabeza.
- Rigidez en el cuello: La rectificación cervical puede hacer que los músculos del cuello se vuelvan tensos y rígidos, lo que puede limitar la movilidad del cuello.
- Dolor de cabeza: La rectificación cervical puede causar dolor de cabeza, especialmente en la base del cráneo o en la parte posterior de la cabeza.
- Mareos y vértigo: La rectificación cervical puede afectar al sistema vestibular, lo que puede causar mareos y vértigo.
- Hormigueo en las manos: La rectificación cervical puede comprimir los nervios en el cuello, lo que puede causar hormigueo en las manos y los brazos.
- Dificultad para tragar: En casos graves, la rectificación cervical puede causar dificultad para tragar o incluso dificultad para respirar.
Ejercicios para mejorar la rectificación cervical
A continuación, os presentamos algunos ejercicios que pueden ayudar a corregir la rectificación cervical:
- Estiramiento de la columna cervical: Siéntate en una silla con la espalda recta y los pies en el suelo. Coloca una mano en la parte superior de la cabeza y lentamente tira suavemente hacia un lado, llevando la oreja hacia el hombro. Mantén la posición durante 15 segundos y repite en el otro lado.
- Estiramiento de los músculos del cuello: Siéntate en una silla con la espalda recta y los pies en el suelo. Inclina la cabeza hacia un lado, llevando la oreja hacia el hombro, y utiliza la mano para aplicar suavemente presión hacia abajo en el hombro opuesto. Mantén la posición durante 15 segundos y repite en el otro lado.
- Movilización de la columna cervical: Siéntate en una silla con la espalda recta y los pies en el suelo. Gira lentamente la cabeza hacia un lado, llevando la barbilla hacia el hombro. Mantén la posición durante 5 segundos y repite en el otro lado.
- Estiramiento del trapecio: Siéntate en una silla con la espalda recta y los pies en el suelo. Levanta un brazo por encima de la cabeza y utiliza la mano opuesta para aplicar suavemente presión hacia abajo en el codo. Inclina la cabeza hacia el hombro opuesto y mantén la posición durante 15 segundos. Repite en el otro lado.
Es importante recordar que si experimentas dolor o incomodidad durante estos ejercicios, debes detenerte inmediatamente y consultar a un profesional de la salud. Además, es recomendable realizar estos ejercicios bajo la supervisión de un fisioterapeuta o profesional de la salud capacitado para asegurarse de que se realizan de manera segura y efectiva.
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