Esta semana decidimos hablar sobre una enfermedad todavía incomprendida por buena parte de la sociedad, desde la comunidad médica hasta las personas que forman parte del entorno de las personas afectadas. Hablamos de la fibromialgia y de cómo la osteopatía puede ayudar a mitigar el dolor que produce.
Podemos decir que se trata de una enfermedad reumática más pero con una sintomatología realmente dura. La Organización Mundial de la Salud la define como una condición dolorosa, no articular, que envuelve los músculos y es la causa más común de dolor musculoesquelético crónico y generalizado.
La fibromialgia afecta a los neurotransmisores de los músculos provocando un dolor crónico, sobre todo en músculos, ligamentos y tendones.
Síntomas más comunes de la fibromialgia
Rigidez en los músculos, sobre todo al levantarnos o cuando cambia el tiempo, dolores en la cabeza, manifestados en la zona del cuello y también en la cara, pérdida del equilibrio o mareos, dolores en el pecho, sensación de hormigueo en las extremidades, manos y pies fríos, vejiga irritada y trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable.
Esta enfermedad provoca también otro tipo de trastornos de tipo psicológico. Hablamos en este caso de problemas de memoria, como dificultad para concentrarse o para hablar o escribir, una mayor sensibilidad a la luz, al ruido, a los olores e incluso a los cambios de temperatura, trastornos del sueño y depresión o ansiedad, normalmente provocados por los dolores crónicos.
Caussa de la fibromialgia
Desgraciadamente y a pesar de diversos estudios de todo tipo, aún se desconoce de forma precisa cuál es la causa de la fibromialgia. Sin embargo, existen una serie de factores que pueden llegar a desencadenarla, como infecciones víricas o bacterianas, lesiones cervicales provocadas por accidentes de tránsito u otras enfermedades como artritis reumatoide, hipotiroidismo o lupus.
Tratamientos
Cuando las personas que sufren de fibromialgia vienen desesperadas a nuestra clínica de fisioterapia y osteopatía en Gijón, buscando la solución definitiva a su problema, les digo que, hoy en día, no existe un tratamiento que consiga eliminar la enfermedad. Lo que sí les prometo es que, mediante un tratamiento adecuado, se puede mitigar el dolor y hacer que puedan llevar una vida lo más normal posible.
Para nosotros los osteópatas, esta enfermedad comienza generalmente con dolores localizados en la cabeza, las cervicales o la espalda y , como una tela de araña, ese dolor se va extendiendo por todo el organismo. Al contrario que las terapias tradicionales, la osteopatía no sólo actúa sobre los síntomas, sino que profundiza en el origen, buscando el desencadenante de la enfermedad, sabiendo que es distinto en cada persona.
Lo que buscamos con un buen tratamiento osteopático es devolver al cuerpo el equilibrio estructural y funcional que ha perdido. En el caso de la fibromialgia, utilizamos diversas técnicas como el masaje, la liberación miosfacial, la termoterapia, estiramientos y diversas manipulaciones osteopáticas, para conseguirlo. También recomendamos a los pacientes de nuestra clínica, la realización de ejercicios dentro de una piscina llena de agua caliente ya que ayuda a relajar los músculos.
Se pueden tratar diferentes aspectos de la fibromialgia a través de distintas ramas de la osteopatía como la osteopatía estructural, cuando afecta a a la musculatura en general, la osteopatía visceral si se trata de trastornos digestivos y la osteopatía craneosacral para combatir estados depresivos o de ansiedad.
Si eres una de las personas afectadas por esta terrible enfermedad, recuerda, la osteopatía no puede curarte para siempre, pero puede mitigar el dolor actuando sobre el origen del problema y hacer que tu calidad de vida mejore notablemente.