Acudí a la clínica por un dolor neuropático que me venía atormentando. Me atendió el responsable (Alfonso) y me trató con una máquina nueva (Physium), que es una pasada. Al menos en mi caso fue determinante para una recuperación espectacular. La recomiendo totalmente para aquellas personas que no han mejorado con otros tratamientos o terapias (al menos probarla porque yo no lo había visto en ninguna clínica o centro anterior). No obstante, apoyando a la terapia con esta máquina, Alfonso me trabajó con otras técnicas suplementarias y demostró su enorme capacidad de diagnóstico, notándose su experiencia en diferentes ámbitos (osteopatía y kinesiología, entre otros). He estado en varios fisioterapeutas en el pasado, y no tiene nada que ver. Allí me he sentido como en casa desde el primer día que llegué; el trato ha sido exquisito, empezando por las chicas de recepción (que son encantadoras), pasando por Javier que me ayudó con la rehabilitación en el gimnasio que tienen allí mismo (su compañero Borja no me tocaba a mí pero también tengo que decir que era muy amable y cordial) y terminando por Alfonso, que se ha volcado conmigo desde el principio. Todos “sin excepción” son profesionales de élite (cada uno en su puesto), pero aún son mejores personas y esto no lo había experimentado hasta la fecha. Ha sido la mejor inversión que he realizado en el ámbito de la salud en todo mi historial clínico (que no ha sido precisamente reducido). Así pues, espero que esta reseña (requete merecida) sirva para que algunas personas un poco desalentadas por malas experiencias previas se animen a probar. Perdón por el ladrillo, pero me veo en la obligación moral de expresar de esta manera mi gratitud. Gracias.