Masticar o abrir y cerrar la boca son tareas que realizamos a diario, casi sin darnos cuenta, pero ¿qué pasaría si al hacerlo sufriéramos de fuertes dolores que nos impidieran llevar una vida completamente normal? Hoy vamos a ver cómo ese dolor puede tener su origen en una disfunción de la articulación témporo-mandibular y su tratamiento mediante osteopatía.
¿Qué es la articulacion temporo mandibular?
Podemos definir a la articulación témporo mandibular como un elemento funcional bilateral, ya que gracias a él podemos masticar o hablar, además de una de las estructuras faciales más complejas. Esta articulación actúa equilibrando el cráneo sobre la columna cervical y su principal función es la de mover la mandíbula para poder masticar. Ésto lo logra gracias a un conjunto de estructuras anatómicas ayudadas de grupos musculares específicos.
La ATM está compuesta por dos complejos articulares, derecho e izquierdo, unidos por diversas estructuras. La relación muscular entre cráneo, columna cervical y mandíbula es muy estrecha y todo guarda relación. Nada funciona sin solicitar ayuda de zonas anexas. Por eso deben estar perfectamente sincronizadas para su correcta función. Por ejemplo, una lesión cervical afectaría a la mecánica de la ATM y viceversa.
Esta articulación, en posición normal, no es una articulación de carga de peso pero una mala oclusión dental o un mal estado de la dentición puede llegar a manifestar un dolor articular por sobrecarga y provocar chasquidos o rechinamiento de dientes. Ésto, con el tiempo, afectará al equilibrio que forman columna cervical, cráneo y mandíbula.
Sintomas de la disfunción de la articulación temporo mandibular
Dolor en la masticación, en los cóndilos mandibulares o la imposibilidad de abrir y cerrar la boca son algunos de los síntomas más evidentes de que podemos estar ante una disfunción de la articulación temporo-mandibular. Pero existen también otros menos obvios como el taponamiento de oídos, una otitis que no se supera, acúfenos o hiperacusia o dolor en los ojos, que también nos pueden indicar la existencia de algún problema relacionado con esta articulación.
Cuando la gente acude a nuestro centro de fisioterapia y osteopatía en Gijón, con problemas de este tipo, les recomendamos que comprueben que su boca tiene una apertura normal. Para ello deben poder introducir sin ningún problema, el dedo índice, el medio y el anular. Si no lo consiguieran, estaríamos casi con
total seguridad, ante una disfunción de la ATM.
Como siempre comentamos en nuestro blog, en osteopatía creemos en la relación entre las distintas partes de nuestro cuerpo. Por eso, la mayoría de las veces el problema no se encuentra en la zona en la que se manifiesta el dolor, sino en otra parte sobre la que tenemos que actuar para aliviar ese dolor. En este caso concreto, nos podemos encontrar con que el origen de la disfunción en la ATM, en muchas ocasiones se localiza en otro problema anterior distinto. Así podemos hablar de artritis, luxaciones, traumatismos, prótesis dentales inadecuadas o pérdida de piezas dentales. Otras veces indirectamente por maloclusión dental, factores emocionales que provocan la aparición de bruxismo o rechinamiento de los dientes, problemas en el nervio trigémino, problemas cervicales, lesiones craneales a nivel temporal o en cráneo que influyan en la biomecánica de la mandíbula.
Tratamiento
Las diferentes técnicas utilizadas en fisioterapia y osteopatía nos permiten actuar sobre la disfunción de la articulación temporo-mandibular a través de un tratamiento adecuado para cada persona, a la que previamente se le hace un examen físico completo y un estudio de su historia clínica. Además de tratar la periferia, las cervicales y las relaciones que pudiesen existir con la malposición o disfunción de la articulación, se utilizan diversas técnicas a nivel muscular.
El osteópata actúa sobre el PG del temporal y masetero, a través de técnicas articulares propias de la mandíbula. Mediante movilizaciones, estiramientos y ejercicios terapéuticos, se busca devolver la correcta funcionalidad a la articulación y posteriormente mejorar su estabilidad, mediante pequeños ejercicios que deberá realizar el paciente y que están destinados a fortalecer los músculos de la zona.
En ocasiones pueden usarse tratamientos mediante ultrasonidos que facilitan las disminución de las contracturas musculares y su inflamación, mediante la aplicación de calor a las áreas dolorosas.
Recuerda, si te duele la zona de la mandíbula y tienes problemas al masticar o al abrir y cerrar la boda, nuestro consejo es que acudas a un buen fisioterapeuta para que te haga un estudio y determine si te encuentras ante una disfunción de la articulación temporo-mandibular. Él sabrá qué tratamiento ponerte.