Es importante cuidar las articulaciones para mantener una buena calidad de vida. Las articulaciones son estructuras anatómicas que permiten la unión entre dos huesos o entre un hueso y un cartílago. Las funciones más importantes de las articulaciones son constituir puntos de unión entre los componentes del sistema óseo (hueso, cartílagos), y facilitar movimientos mecánicos, proporcionándole elasticidad y plasticidad al cuerpo.
Debido a la actividad cotidiana, el ejercicio físico y el proceso natural de envejecimiento, las articulaciones experimentan un desgaste progresivo que, a largo plazo, puede llevar a la aparición de afecciones como la artrosis y la artritis. Este desgaste se vuelve más pronunciado a partir de los 45 años y tras la menopausia. Por esta razón, es importante tomar medidas para retrasar el desarrollo de estas enfermedades mediante la adopción de hábitos saludables y la incorporación de suplementos nutricionales que contribuyan a la prevención y al mantenimiento de nuestras articulaciones, huesos y músculos en óptimas condiciones.
¿Qué hábitos son recomendables para cuidar las articulaciones?
Para cuidar las articulaciones y mantenerlas en buen estado, es importante adoptar hábitos saludables en la vida diaria. Aquí tienes algunas recomendaciones:
- Mantén un peso saludable: El exceso de peso pone una carga adicional en las articulaciones, especialmente en las rodillas y las caderas. Mantener un peso adecuado reduce el estrés sobre las articulaciones.
- Ejercicio regular: El ejercicio fortalece los músculos que rodean las articulaciones, lo que proporciona soporte y estabilidad. Actividades como caminar, nadar o andar en bicicleta son suaves para las articulaciones. Consulta a un profesional de la salud o fisioterapeuta para un programa de ejercicios adecuado.
- Calentamiento y estiramiento: Antes de realizar ejercicio, asegúrate de calentar adecuadamente y realizar estiramientos suaves. Esto prepara los músculos y las articulaciones para la actividad física.
- Mantén una postura correcta: Evita posturas que ejerzan presión adicional en las articulaciones. Si trabajas en un escritorio, utiliza una silla ergonómica y asegúrate de mantener una buena postura.
- Dieta equilibrada: Consume una dieta rica en alimentos que contengan nutrientes importantes para la salud de las articulaciones, como ácidos grasos omega-3, antioxidantes y calcio. Además, debemos reducir el consumo de ultraprocesados y azúcar, y tomar las raciones recomendadas de proteínas, frutas y verduras.
- Hidratación: Bebe suficiente agua para mantener los tejidos articulares bien hidratados.
- Evita el tabaco y el exceso de alcohol: Estos hábitos pueden contribuir al daño articular.
- Descanso adecuado: Asegúrate de obtener suficiente descanso para permitir que las articulaciones y los músculos se recuperen.
- Consulta un especialista en fisioterapia: Si las articulaciones presentan problemas o dolor, pueden afectar negativamente la movilidad corporal en su conjunto. Una pequeña molestia inicial podría evolucionar hacia una lesión más grave si no se aborda de manera temprana. Es fundamental identificar y tratar el problema en sus etapas iniciales para evitar complicaciones a largo plazo. Los fisioterapeutas desempeñan un papel fundamental en el manejo de dolencias desde su inicio hasta la recuperación completa de la funcionalidad. Su objetivo es restablecer y preservar la salud de los pacientes.
Cuidar tus articulaciones a lo largo de tu vida puede contribuir en gran medida a mantener una buena movilidad y reducir el riesgo de desarrollar problemas articulares en el futuro.
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