Hoy os vamos a hablar de una dolencia que, como su propio nombre indica, es muy habitual en tenistas, aunque pueden sufrirla también aquellas personas que por su trabajo, someten el antebrazo o la muñeca a posturas repetidas o esfuerzos prolongados. El codo de tenista se da tanto en hombres como en mujeres y es bastante corriente en ciertas profesiones como pintores, cocineros, carniceros u obreros de la construcción.
Esta lesión afecta tanto a codos como a brazos y consiste en una inflamación de las inserciones musculares en el epicóndilo, es decir, la parte de arriba del codo. Cuando afecta a la parte de abajo o epitroclea hablaremos entonces de codo de golfista. Podemos decir que se trata de una distensión muscular en la zona de inserción de los músculos extensores del brazo y de la mano. A veces, incluso, puede haber un desgarro parcial de las fibras tendinosas, que conectan el músculo al hueso.
El síntoma más habitual es la aparición de un dolor local, habitualmente en la zona del codo aunque puede reflejarse al antebrazo o a la muñeca, cuando sujetamos o torcemos algo. En ocasiones puede verse afectado el periostio, es decir, el tejido denso que recubre el hueso y ser muy sensible con solo tocarlo suavemente.
Como hemos comentado anteriormente, entre las causas que provocan la aparición del codo de tenista nos encontramos con la realización de movimientos repetitivos del brazo y de la mano. Es por eso que es muy común entre la gente que practica deportes de raqueta. Desde nuestra experiencia podemos decir que, la mayoría de los clientes con esta patología que han pasado por nuestro centro de fisioterapia y osteopatía, han sido deportistas.
Normalmente las actividades que suponen presiones con la mano y rotaciones como el abrir con llave o girar el pomo de una puerta, lo agravan especialmente. Otras veces puede venir originado por un golpe directo en la zona o tener una causa cervical, siendo la 6ª y la 7ª las que inervan el codo.
En nuestra clínica de Gijón tratamos el codo de tenista a través de la osteopatía. Lo primero que debemos hacer es descansar el brazo y evitar realizar cualquier actividad que provoque sus síntomas. Después de unos días de descanso empezaremos relajando los músculos que se insertan en el epicóndilo y que traccionan la inserción en el hueso. Más tarde, siguiendo un tratamiento osteopático adecuado al origen del problema, pasaremos a trabajar sobre las cervicales, la cabeza del radio si estuviese bloqueada, terminando con un drenaje final con el que eliminaremos los deshechos que favorecen la inflamación.
Debemos quitarnos de la cabeza la idea de que esta dolencia es crónica y que sólo la cirugía puede hacerla desaparecer. Las técnicas que utiliza la osteopatía son muy eficaces en este tipo de patologías. Ahora bien, lo que no podemos hacer es padecerla durante meses e incluso años y no acudir a la consulta. No os fiéis tampoco del uso de órtesis ya que, en vez de ayudaros, al final pueden llegar a cronificar.
En nuestra clínica siempre recomendamos a los clientes tratar el codo de tenista mediante la osteopatía y la fisioterapia. Sin lugar a dudas se trata del mejor tratamiento para nuestra salud.